No sólo respetar si no ayudar ala naturaleza.

Cuando encendemos el televisor, escuchamos la radio o leemos el diario, comprobamos que estamos viviendo un periodo muy caótico en la historia de la humanidad. Así es que estamos inmersos en los mismos problemas que afectan a la humanidad, pues nadie está libre de vivir situaciones límites como las que suceden en tantas partes del mundo.

La tragedia de Haití se propagó por todo el  planeta y las escenas terribles del desastre se instalaron en nuestros hogares de una forma tan real que nos afectaron profundamente.

Este triste acontecimiento nos demuestra que el abuso desmedido  que ha hecho el hombre a la naturaleza, tiene un precio muy alto, cobrando vidas inocentes y dejando un tendal de muerte y terror.

Para evitar males mayores aún tenemos que actuar muy rápidamente, tratando de cambiar nuestra conducta, respetando la naturaleza, respetándonos los unos a los otros, no sólo ser espectadores sino ser protagonistas de un cambio que es imperiosamente necesario para que podamos sobrevivir. Ese cambio debe instalarse en nuestra vida, comenzando por respetar a quienes nos rodean, desde los gestos más simples a las grandes decisiones que tenemos que tomar día a día, deben estar en concordancia con el medio ambiente, con los valores y la responsabilidad que debemos asumir.

En medio de la cotidiana rutina sería muy importante darnos un tiempo para reflexionar qué estamos haciendo para mejorar el mundo en que vivimos, para conservar este planeta que es el hogar de millones de personas.

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